Seis perfiles sociales para entender al votante actual
Una segmentación distinta para capturar las diferencias en actitudes, valores, comportamientos y contextos socioeconómicos de los individuos en una sociedad compleja y fragmentada
Hace ya cinco años, La France en Quête, el estudio de Destin Commun realizado en colaboración con Kantar, desnudó el alma de la sociedad francesa. Hoy, en 2024, el impacto de este estudio vuelve a la primera plana gracias a la exitosa serie francesa La Fiebre (Movistar+). En el desenlace de su trama, la ficción retoma las conclusiones de La France en Quête, convirtiéndolas en un motor narrativo clave para entender las segmentaciones sociales más allá de las divisiones clásicas.
Este análisis detallado de las divisiones, esperanzas y desafíos colectivos no solo fue una radiografía del momento, sino una brújula para comprender el rumbo de las democracias occidentales. Más que una simple categorización, esta clasificación busca entender las tensiones y aspiraciones que atraviesan a la ciudadanía, dando lugar a una visión integral y dinámica.
Valores y creencias: los pilares que nos definen
La segmentación se construye desde los principios éticos y filosóficos que guían a cada persona. Estos valores moldean percepciones sobre la justicia social, la autonomía individual y el conservadurismo cultural. Mientras algunos grupos priorizan el bienestar colectivo y muestran fe en el progreso, otros desconfían del cambio y buscan refugio en tradiciones más arraigadas. No hay que olvidar que el electorado se mueve siempre en base a sus principios morales. Así, las actitudes hacia el futuro, las instituciones y las prioridades sociales marcan fronteras claras entre las diferentes visiones de la sociedad.
El compromiso como motor de acción
En un espectro que va desde la acción hasta la apatía, el estudio identifica niveles variados de implicación en causas sociales y políticas. Por un lado, los Militantes desencantados representan a aquellos comprometidos pero frustrados con los resultados del sistema. Por el otro, los Expectantes son reflejo de una población desconectada, que observa desde la distancia sin involucrarse activamente.
El peso del contexto socioeconómico
La estabilidad económica, el acceso a la educación y las oportunidades laborales son variables que influyen de manera determinante. Grupos como los Olvidados enfrentan condiciones de vulnerabilidad que alimentan un sentimiento de abandono y desconfianza hacia las élites, mientras que otros, más privilegiados, cuentan con una visión más optimista del presente y el futuro.
Identidad y pertenencia: el arraigo que une o separa
La identidad nacional, cultural y religiosa emerge como un factor crucial en esta segmentación. Para los Identitarios, preservar las tradiciones es un imperativo que define su visión del mundo. En contraste, los Liberales optimistas abrazan la diversidad y ven en el cambio una oportunidad para enriquecer la sociedad.
Cambiar o resistir: las actitudes hacia lo nuevo
La resistencia o apertura al cambio también traza líneas divisorias. Para algunos, como los Liberales optimistas, el cambio es una promesa de progreso. Para otros, como los Identitarios, representa una amenaza directa a su sistema de valores y modo de vida.
Confianza en las instituciones: un termómetro de cohesión
El nivel de confianza en las instituciones marca diferencias profundas entre los grupos, como recientemente se ha visto en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en las que ha logrado la victoria Donald Trump. Mientras los Estabilizadores confían en ellas como pilares de estabilidad, los Olvidados las perciben como estructuras distantes, más preocupadas por las élites que por sus necesidades.
Miradas al tiempo: pasado, presente y futuro
La relación con el tiempo –ya sea una nostalgia por un pasado idealizado, una insatisfacción con el presente o una visión esperanzadora del futuro– resulta clave para entender cómo se posicionan los diferentes segmentos frente a los retos actuales.
Estas cuestiones generan finalmente una segmentación que se divide en seis grandes grupos, como ya se ha ido adelantando. Cada grupo representa un segmento específico de la población y refleja las tensiones y transformaciones en la sociedad contemporánea. Un resumen de estos se ofrece a continuación.
1. Militantes desencantados
Perfil: Este grupo está compuesto mayoritariamente por personas con una ideología de izquierda, fuertemente comprometidas con la lucha por la justicia social, el cambio climático y los derechos humanos.
Actitudes: Aunque tienen convicciones firmes, sienten un profundo pesimismo sobre el futuro y desconfían de las instituciones. Su desencanto proviene de la percepción de que sus esfuerzos no generan cambios significativos.
Compromiso: Actúan en movimientos sociales, pero su frustración limita su eficacia.
2. Estabilizadores
Perfil: Representan a los ciudadanos moderados que valoran la cohesión social y buscan preservar la estabilidad en sus comunidades.
Preocupaciones: Aunque disfrutan de una posición cómoda, se sienten amenazados por problemas como el desempleo, las desigualdades sociales y el deterioro ambiental.
Actitudes: Apuestan por soluciones pragmáticas y tienen fe en el diálogo como herramienta para resolver conflictos.
3. Liberales optimistas
Perfil: Jóvenes, urbanos y dinámicos, este grupo valora la autonomía individual y tiene una perspectiva positiva sobre el futuro.
Creencias: Confían en las instituciones, el progreso tecnológico y una economía abierta. Apoyan la globalización y ven el cambio como una oportunidad.
Preocupaciones: Aunque están optimistas, se interesan por temas como la transición ecológica y las desigualdades económicas.
4. Expectantes
Perfil: Personas desvinculadas de la vida colectiva, con pocas interacciones sociales y una visión individualista.
Preocupaciones: Su foco está en problemas cotidianos como el empleo, la salud y la familia. Tienden a sentirse aislados y poco integrados en la sociedad.
Potencial: Aunque actualmente están desconectados, pueden ser movilizados bajo ciertas condiciones.
5. Olvidados
Perfil: Este es el grupo más grande y el más pesimista. Sienten que han sido marginados y traicionados por las élites y las instituciones.
Actitudes: Profundamente desconfiados, experimentan un sentimiento de abandono y buscan refugio en la identidad nacional.
Tensión: La desconfianza hacia otros sectores sociales alimenta la polarización.
6. Identitarios
Perfil: Con una visión marcadamente nacionalista, perciben la identidad francesa como amenazada por factores externos (globalización) e internos (migración).
Creencias: Priorizan la autoridad, la soberanía nacional y las tradiciones. Se oponen a la inmigración y consideran que el islam es incompatible con los valores franceses.
Tendencias: Son activamente políticos y apoyan medidas drásticas como el cierre de fronteras y políticas restrictivas.
En definitiva, la relevancia de esta segmentación radica en que identificar nuevas líneas de fractura que dividen a la sociedad permite comprender mejor cómo estas divisiones afectan a la política y las dinámicas electorales, así como las razones que están detrás del aumento de las tensiones sociales, la polarización y el auge de corrientes nacionalistas e identitarias.